Resumen
Conviene subrayar en la época de la ciencia, cuando las prácticas más aberrantes y las especulaciones más desaforadas compiten por arrogarse el título de ciencias, que la filosofía no es una ciencia, ni necesita serlo para ejercer sus funciones críticas. No obstante, mantiene una relación íntima y constante con las ciencias desde sus orígenes hasta nuestros días (relación histórica), utiliza el mismo instrumento metodológico, la razón crítica (relación metódica) y recorre el mismo ámbito de la experiencia cognoscitiva humana (relación sistemática).
En ese sentido, la filosofía no se arredra ante el discurso postmoderno de la deslegitimación —Lyotard, Baudrillard, Vattimo, etc.—. Aunque las soluciones filosóficas son legitimadoras, no se reducen a mera ideología, ni tecnocrática ni progresista.
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.