Resumo
Cuesta creer que un diccionario pueda hacer historia y crítica, pero esta es la concepción de Bayle (1647-1706) para el suyo, que publicó en 1696, antes de la Enciclopedia, primero en dos volúmenes, que aumentarían a cuatro en la edición de 1720, que sirve de base para las posteriores. De «precioso monumento de nuestro siglo» le califica Federico II de Prusia y Voltaire enfatiza que «Bayle enseña la duda». Constituyó un verdadero éxito de ventas, que dio a conocer a su autor y le permitió vivir modestamente, sin dejar su dedicación plena al trabajo diario hasta el mismo día de su fallecimiento, en el que «murió con la pluma en la mano», habiendo cumplido 59 años.
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